El mercado de los sistemas de KVM ha sido revolucionado en los últimos años por una nueva generación llamada KVM dinámico. Estos sistemas, más allá de la tradicional filosofía de conexión de un monitor con una CPU remota en la que se muestra una imagen completa, han pasado a ofrecer la posibilidad de gestionar en un único monitor de alta definición múltiples imágenes.
Ahora bien…
¿Qué es un KVM tradicional y qué es lo que se ha dado en llamar KVM dinámico?
Lo primero es dejar claro que KVM son las iniciales en inglés correspondientes a las palabras Keyboard, Video y Mouse.
Las primeras apariciones en el mercado de equipos KVM se referían simplemente a unidades extensoras que permitían situar la CPU lejos del operador para evitarle el ruido, calor y demás inconvenientes que pueden aparecer al tener la CPU localmente.
Poco después de la aparición en el mercado de estos extensores se observó que los operadores tenían en su puesto de trabajo múltiples monitores, teclados y ratones por lo que nació la necesidad de sustituir todos estos elementos por un solo monitor teclado y ratón. En base a esta situación nacieron los conmutadores KVM, lo que se suele entender hoy en día por un “KVM”: un sistema que permite gestionar múltiples CPUs con un solo conjunto de elementos de interfaz de usuario.

Los actuales extensores KVM son dispositivos diseñados para aumentar la distancia entre el teclado, monitor y ratón (estación KVM) y un ordenador.
Puesto que el protocolo USB del teclado y del ratón ha sido diseñado para permitir distancias entre 5 y 10 metros máximo y la calidad de la señal de vídeo digital empieza a deteriorarse aproximadamente en la misma distancia (dependiendo del tipo de cable e interfaz), los extensores KVM son la solución perfecta para transmitir estas señales a distancias de hasta 150 metros (CATx) o incluso mayores a través de fibra o conexiones IP. Por lo tanto, el objetivo principal de estos aparatos es proporcionar una extensión de ordenador punto a punto y permitir el acceso a ordenadores desde localizaciones remotas (p.ej. centro de datos seguro), ayudando a aumentar la productividad y proporcionando un espacio de trabajo más ergonómico.
Si bien los extensores de KVM combinados con los conmutadores USB automáticos ofrecen al operador la posibilidad de conectarse a ordenadores remotos, en el caso de que necesite acceder a múltiples ordenadores será necesaria una matriz de conmutación que permita en cada momento acceder a un grupo de ellos.
Pero, ¿qué es exactamente un KVM dinámico?
Es un sistema de gestión de información que agrupa en una o varias pantallas dicha información, organizada mediante rejillas, proveniente de fuentes remotas mediante protocolos muy diversos permitiendo al operador acceder a todas ellas mediante un teclado y ratón. También puede definirse, de una forma más sencilla, como un KVM tradicional con capacidades extendidas.

Los sistemas de KVM dinámicos ofrecen como características principales:
- Gran lienzo de trabajo. Este espacio puede estar conformado por uno o más monitores que permiten la interacción sobre múltiples fuentes de señal utilizando un solo teclado y ratón para interactuar con todas ellas.
- Rejilla para la organización de la información en pantalla. La rejilla es una retícula que permite situar en cada una de sus posiciones una fuente de señal y que en los sistemas más avanzados es posible diseñar a medida de las necesidades de los operadores.
- Configuración personal del espacio de trabajo. Posibilidad de guardar para su uso posterior diversas configuraciones de rejillas con fuentes, llamadas habitualmente layouts.
- Acceso a fuentes remotas mediante codificadores KVM y múltiples protocolos informáticos. Los más comunes son RDP, VNC, PCoIP, Navegadores WEB y clientes de máquinas virtuales VmWare o Citrix.
Los KVMs dinámicos han aportado una modernización al mercado del KVM y una flexibilidad para los centros de control que era impensable hace pocos años.
Si bien los KVM dinámicos, y especialmente los de alto nivel, pueden ser una inversión elevada, lo cierto es que a largo plazo reducen muchos costes ocultos. Por ejemplo, si un operador necesitase conectarse a un servicio web con un KVM tradicional, sería necesario instalar un ordenador en el que se ejecutase dicho navegador para después acceder a él mediante un codificador conllevando unos costes de hardware, mantenimiento, consumo energético, etc. Sin embargo, en un KVM dinámico se puede disponer de navegadores embebidos así como de otros muchos protocolos, conexiones a servidores de máquinas virtuales como VMWare Horizon o Citrix, o simplemente poder conectarse a una cámara de vigilancia mediante RTSP.

En muchos casos, además, los KVM dinámicos se integran totalmente con controladores gráficos de videowall haciendo estos últimos más manejables y accesibles en su operación a los operadores, ya que permiten simplificar los interfaces de explotación manteniendo la potencia de los sistemas, como en el caso de DataWall de GESAB.
En la actualidad, hay todavía pocos productos que cubran tantos protocolos y ofrezcan tantas funcionalidades como DeskWall de GESAB, si bien cada día van adquiriendo mayores capacidades que los hacen más presentes en el mercado. Son tecnologías que están aquí para quedarse.