Cada día se generan ingentes cantidades de datos en todas las empresas. Estos datos son una fuente de beneficios para las organizaciones que, sin embargo, todavía no es aprovechada en su mayoría debido, entre otras cosas, a las limitaciones tecnológicas.
Esta tendencia en el aprovechamiento de datos y su transformación en información relevante para la toma de decisiones seguirá incrementándose exponencialmente en los próximos años. Ante esta evolución, los data center se verán directamente afectados y deberán adaptarse a la escalabilidad, agilidad y flexibilidad que requiere el Big Data, además de contar con una fiabilidad absoluta. Los datos que almacenan las empresas irán creciendo, por lo que los centros de datos deben a su vez adaptarse a esta realidad y poder hacer frente al incrementado de datos no sólo en el corto y medio plazo, sino que deben poder actualizarse y adaptarse en el tiempo a los nuevos requerimientos sin que suponga unos costes extraordinarios desorbitados.
Pero el incremento de la información almacenada no es el único problema al que se enfrentan los centros de datos. A nivel operacional, tanto el consumo de energía como los sitemas de enfriamiento suponen todo un reto para las empresas. Tanto es la importancia de los centros de datos para las empresas, que el desarrollo de Big Data está directamente relacionado con la adaptación de éstos a las nuevas necesidades de análisis de datos. Sólo de esta forma este nuevo paso de Business Intelligence se convertirá verdaderamente en una nueva ventaja competitiva. No en vano, la información es uno de los activos más importantes para las empresas, y los nuevos retos se centran en la captura de datos, su almacenamiento, cómo accedemos a ellos y qué información podemos obtener para que se conviertas así en factores claves para alcanzar el éxito.