El estudio de mecánica de fluidos computacional, se basa, propiamente dicho, en un estudio sobre el comportamiento de fluidos y gases en un ambiente controlado, como puede ser un Data Center.
Los programas utilizan números y algoritmos para resolver y analizar problemas sobre el flujo de sustancias y gases. Mediante un ordenador se puede simular la interacción de líquidos y gases sobre superficies proyectadas. Gracias a este tipo de estudios podremos saber cómo se comportan por ejemplo los flujos de aire cuando se encuentran con elementos como los propios racks, suelo técnico, cerramientos etc.
La utilización de este tipo de metodologías y evaluaciones supone revelar una gran cantidad de información a técnicos e ingenieros para superar obstáculos y conocer el verdadero rendimiento de las instalaciones. Algunas de las ventajas que encontramos son:
- Podemos reducir los costes. Debemos tener claro que los costes por refrigeración pueden llegar a representar entre un 40% y un 60% del gasto total del CPD.
- Ayuda a mejorar la eficiencia de los equipos.
- Rediseño de instalaciones deficientes.
- Ayudan en general a resolver problemas sobre el comportamiento térmico de los Data Center.
- Ayuda a abordar instalaciones sobredimensionadas respecto a la capacidad real necesaria, lo que supone también un ahorro de energía y gasto.
- Ayuda a plantear diferentes alternativas o escenarios para compararlos sin necesidad de realizar pruebas o modificaciones sobre las instalaciones existentes, mediante cálculos teóricos que nos ofrecerán resultados de alto valor estratégico.
En definitiva, podemos simular el flujo de aire en un ambiente de cómputo para determinar el verdadero rendimiento del sistema de refrigeración y ver cómo se puede mejorar la eficiencia de los equipos instalados y/o valorar nuevas instalaciones.
El estudio de mecánica de fluidos computacional para CPD se enmarca normalmente dentro de contextos como el de auditorías sobre el estado de las instalaciones y cumplimiento de normativas o la búsqueda de la obtención de alguna de las principales certificaciones para CPD como TIER, BICSI o TÜViT.
Una solución que permite a profesionales IT y al cliente final valorar el estado de las instalaciones y facilitar la toma de decisiones en el equipamiento e instalaciones del Data Center.