Si hablamos de climatización en los Centros de Datos es innegable que el protagonismo se lo lleva la refrigeración mediante aire. A pesar de existir alternativas, como lo es la refrigeración líquida, son muchos los que aún están temerosos ante este sistema, ya no tan nuevo, pero sí poco implantado en la realidad cotidiana de los Data Centers.
La realidad de los datos, de la información y de los CPDs está, como ya es sabido, en constante evolución. El uso del cloud y los recursos de la nube y el centro de datos virtual tiene que sustentarse sobre equipos físicos o hardware de TI; equipos que consumen energía y necesitan ser refrigerados.
Los equipos IT convencionales refrigeran sus placas a través de aire. Para ello, los propios equipos gestionan el caudal de aire necesario a través de los ventiladores que incorporan. La temperatura normal de funcionamiento de una placa oscila en torno a los 60ºC, pudiendo alcanzar como máximo alrededor de 80ºC antes de apagarse para proteger la electrónica.
En contraposición, la refrigeración líquida no necesita ventiladores y puede aprovechar la convección natural que se produce en los líquidos debido a la sensible diferencia de densidad para diferentes temperaturas. Es por ello que se pueden refrigerar las placas base de los equipos a través de líquidos con temperaturas próximas a los 50ºC directamente en contacto con ellas. Para ello, es necesario que dichos líquidos dispongan de unas ciertas propiedades antiestáticas y permeables.
La refrigeración líquida ofrece una alternativa muy interesante para instalaciones y equipos de altas densidades, aportando soluciones térmicas para, por ejemplo, densidades de potencia por rack de 25 kW a 100kW. Estás capacidades en clima son capaces de afrontar los nuevos desafíos para una, cada vez más alta, demanda de energía y alto rendimiento.
Existen numerosas alternativas para implementar estos sistemas en nuestro CPD, por ejemplo, sistemas de refrigeración líquida integrados en los racks en los que podemos tener alojados tanto servidores que se enfrían por aire, como servidores enfriados por líquido: todo en un mismo armario.
En cuanto a normativas, los diseñadores, ingenieros e incluso la rama comercial puede apoyarse en diversos estudios y los estándares y directrices de ASHRAE (Representa la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado) que desde 2006 ya contemplaba en sus categorías de climatización la refrigeración líquida.
Como ya comentábamos a comienzo del artículo, la creciente (y enorme) magnitud de datos y la conectividad que exigirá cada día un mayor ancho de banda hará que las instalaciones de Data Center necesiten una refrigeración a escala industrial. La refrigeración por aire puede llegar a ser incapaz de satisfacer esos niveles de rendimiento y densidad.
La estandarización de los sistemas de refrigeración líquida y su adaptación a diversos tamaños y necesidades de CPD puede hacer más rentable su fabricación y reducir los costes. Una solución en climatización cuyas posibilidades van en aumento.