Indispensables en instalaciones críticas, las UPS realizan un servicio vital para garantizar el correcto funcionamiento de los equipos, evitar pérdida de datos y alargar la vida útil de las instalaciones. A continuación, vamos a identificar las preguntas y respuestas definitivas para conocer este tipo de sistemas y descubrir si tu empresa necesita uno.
¿Qué es una UPS?
Lo primero de todo, se debe comenzar explicando que las siglas UPS hacen referencia al término “Uninterruptible Power Supply”, también llamado en español SAI o “Sistema de Alimentación Ininterrumpido”.
En palabras sencillas, una UPS o SAI es un dispositivo que, gracias a sus baterías, permite mantener constante el suministro de alimentación eléctrica cuando hay un fallo por alguna anomalía en la red. Sirve, por tanto, para proteger los dispositivos que estén conectados a la red eléctrica y mantenerlos en funcionamiento. Las UPS también pueden servir como filtro, corrigiendo y mejorando la calidad de la energía eléctrica que llega a las cargas. Este servicio lo hace filtrando las subidas y bajadas de tensión y la frecuencia, incluso determinado tipo de UPS elimina armónicos. En pocas palabras, proporciona a los equipos energía limpia y estable además de un seguro contra “apagones”.
En resumen, se puede decir que una de las principales funciones que tiene una UPS es la de suministrar energía eléctrica acumulada en sus baterías cuando se producen cortes de suministro eléctrico, impidiendo así posibles averías de los equipos conectados al evitar que se apaguen repentinamente. Aunque esta no es la única función, ya que la mayoría de los sistemas de alimentación ininterrumpida disponen además de un regulador de tensión lo que garantiza una estabilidad en la corriente de salida para lograr una alimentación más constante y esto ayuda a extender la vida útil de los dispositivos conectados al UPS.
¿Para qué se necesita una UPS?
Lo ideal sería disponer de un suministro eléctrico de máxima calidad y que asegurase disponibilidad permanente y una forma de onda perfectamente senoidal. Pero, en la realidad son muchos los factores que hacen que esto no sea posible; desde fenómenos externos, como averías en las compañías suministradoras, fenómenos meteorológicos (rayos, tormentas, viento, etc.), hasta fenómenos internos provocados por los propios usuarios, como conexión y desconexión de cargas, accidentes, fallos en equipos, armónicos, ruidos u otras perturbaciones producidas por equipos conectados en nuestra propia instalación que distorsionan la calidad de la red. Estos factores hacen que la electricidad que fluye por las instalaciones no sea constante, pues la corriente puede tener valores por debajo y por encima de los ideales o establecidos que hacen disminuir la calidad del suministro eléctrico o incluso pueden llegar a provocar un corte o apagón, lo que puede llegar a ocasionar daños en los aparatos eléctricos o equipos electrónicos conectados a la corriente.
Para evitar esto, la única protección que garantiza la máxima seguridad ante los cortes de electricidad sin interrupciones o protección frente alteraciones del suministro eléctrico es disponer de un UPS, el cual asegurará un suministro constante y de calidad, filtrando y regulando picos o ruido y protegiendo y asegurando la continuidad del servicio en caso de que se produjera algún apagón eléctrico.
Hoy en día, al ritmo que vivimos y lo dependientes que somos de los procesos industrializados e informatizados, cualquier corte de suministro eléctrico, por pequeño que este sea, puede provocar grandes trastornos o incluso perdidas en una empresa.

Por ejemplo, en una fábrica donde se produjera un simple micro corte o una perturbación de la red provocaría la parada del proceso de producción; pero el problema no solo radicaría en esa parada, sino que además también podría verse afectada y dañada la electrónica de muchas máquinas, no pudiendo reanudar su trabajo una vez restablecido el suministro eléctrico hasta que se hayan reparado. Esto supondría un gran problema económico para la empresa debido al posible aumento de merma de la materia prima, retraso en las entregas al cliente, etc.
Estos mismos problemas pueden extrapolarse a cualquier empresa o negocio hoy en día, ya que todas las gestiones, programas, maquinarias, sistemas de cobro, producción, etc, están informatizados.
Los equipos electrónicos e informáticos necesitan una corriente continua y estable para poder funcionar, por lo que resultan los más afectados por la pérdida del suministro eléctrico repentino o las perturbaciones en la red. Esto se debe a que los sistemas operativos informáticos son complejos y deben pasar por una «secuencia de apagado» para asegurarse de que finalizan todos los procesos en ejecución antes de poder apagar el equipo, una pérdida repentina de electricidad interrumpirá esta secuencia y puede dejar procesos «a medio terminar», por lo que existe la posibilidad de corrupción de archivos dañando así el sistema operativo. Incluso si se tiene suerte y durante el corte eléctrico no se ha dañado ningún archivo de sistema y el equipo arranca con normalidad, puede que se hayan perdido otros archivos que se estuvieran utilizando en ese momento.
De este modo, una UPS ofrece un margen de maniobra para poder realizar el apagado controlado de los equipos informáticos y evitar que se dañe o que se queden procesos a medias, además puede otorgar el tiempo necesario para reparar el automático que ha saltado en el cuadro de luz.
Como se puede observar, los cortes de suministro eléctrico en empresas pueden ser fatídicos, y no sólo en la producción o en el desarrollo de los productos o servicios, sino también en averías de equipos informáticos o maquinaria que luego tienen un alto coste de reparación o sustitución.
Las UPS o SAI son los únicos elementos que pueden garantizar la continuidad de servicio ininterrumpido cuando se produce un fallo del suministro eléctrico, pero, lamentablemente, estos equipos tienen un tiempo de funcionamiento limitado.

¿Qué equipos se benefician de una UPS?
Las UPS pueden ser utilizadas sobre todo para aquellos equipos o sistemas críticos en los que un apagado repentino suponga una pérdida de información y continuidad de un proceso industrializado o de producción. Aunque principalmente se asocian y utilizan para dar continuidad a Centros de Proceso de Datos ya sean convencionales, microdatacenters o containers, y en equipos informáticos en general. También son necesarios en otras muchas actividades, como en los sistemas de seguridad y vigilancia, por ejemplo, para los sistemas de CCTV donde si se produce un apagón las cámaras y equipos de grabación dejarían de funcionar dejando totalmente vulnerables las instalaciones a las que supuestamente están protegiendo.
Como ya se ha indicado, las UPS son dispositivos que se utilizan para proporcionar protección contra problemas eléctricos y cortes de corriente, por lo que cualquier elemento eléctrico o electrónico, puede verse beneficiado por una UPS.
¿Cuánto tiempo puedo mantener mis equipos sin servicio de red con una UPS?
Como se ha comentado anteriormente, las UPS disponen de baterías encargadas de suministrar la energía que se ha ido almacenando en ellas a los dispositivos conectados al UPS cuando se produce el corte del suministro de la red. El tiempo que las baterías de la UPS son capaces de mantener el suministro eléctrico se denomina “Tiempo de autonomía de la UPS” y es variable dependiendo del modelo, capacidad de suministro, carga conectada, etc.
Durante ese tiempo se debe aprovechar para grabar, ordenar y apagar adecuadamente los dispositivos conectados. Es recomendable no apurar el tiempo de autonomía del UPS al máximo cuando se lleva a cabo estas tareas, ya que si se termina por agotar la energía de las baterías el UPS también sufriría un apagón.
Si fuera necesario aumentar el tiempo de autonomía del UPS se deberá aumentar el número de baterías, aunque este siempre tendrá una limitación. Por lo que para aquellos casos en los que bajo ningún concepto la instalación puede quedarse sin suministro eléctrico, será recomendable disponer, además del UPS, de una segunda fuente de alimentación eléctrica auxiliar, como por ejemplo un grupo electrógeno, y utilizar el UPS para evitar un paso por cero durante las transferencias Red/Grupo y viceversa.
¿Cuántos tipos de UPS existen?
Existen diferentes tipos de UPS en función de la tecnología que utilizan para ofrecer un nivel de protección concreto: Off Line, Línea interactiva y On Line. Conoce todos los detalles en este artículo.